Quién es:

Árbol originario de casi toda Europa, Oeste de Siberia, Este de Asia y Norte de Marruecos.

Cómo es:

Árbol caducifolio de hasta 25-30 m de altura, de corteza plateada con grietas negras y copa irregular más o menos redondeada. Ramas jóvenes de color pardo rojizo y péndulas. Hojas triangulares, romboides de largas puntas, con bordes agudos y doblemente aserrados. Flores en amentos unisexuales: los masculinos péndulos y los femeninos más cortos, erectos durante la floración. El fruto es un aquenio alado, encerrado en una infrutescencia cilíndrica.

Qué le gusta:

La luz, no soportando vivir dominado por otros árboles. También les gusta la humedad, por eso siempre se ven cerca de los cursos de agua. Tolera bien las bajas temperaturas.

Qué odia:

Las altas temperaturas y el ambiente seco

En qué suelo le gusta vivir:

Prefiere los suelos sueltos, arenoso-silíceos, ácidos. Tolera los terrenos pantanosos o turbosos si hay variaciones de nivel.

Y en el jardín:

En grupos o en alineaciones, estudiando bien su ubicación. Tiene gran valor ornamental por su corteza y por el colorido amarillento que adquiere su follaje durante el otoño

Algo curioso:

La corteza, junto con las hojas, proporciona un tinte amarillo, marrón claro o castaño rojizo muy sólido dependiendo del curtiente que se emplee.

El jugo de abedul forma parte de muchos cosméticos.