Quién es:

Híbrido de jardinería formado por el cruce entre Eleagnus macrophylla x Eleagnus pungens o Eleagnus reflexa.

Cómo es:

Arbusto de hoja perenne, que puede llegar a ser caducifolio en zonas muy frías, de hasta 5 m de altura, no espinoso. Posee hojas elípticas. Con el borde ligeramente piloso, de color verde con escamas plateadas; su envés es también plateado. Produce flores hermafroditas de color blanco cremoso, muy perfumadas en otoño pero poco significativas. Los frutos los produce durante la primavera, son de color rojizo, ovalados, de hasta 2 cm de largo, rojizos cuando están maduros; son comestibles.

Qué le gusta:

Las exposiciones soleadas, en semisombra e incluso sombra. Soporta muy bien la sequía y es, en general, de fácil mantenimiento. Resiste la salinidad de las zonas costeras y el viento.

Qué odia:

Es una especie muy rústica en general.

En qué suelo le gusta vivir:

Es indiferente al pH básico del sustrato. Puede vivir en suelos muy pobres. De hecho, en ese caso mejora su calidad gracias a su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico; esto hace que mejoren también las plantas que se encuentran a su alrededor. Vive tanto en suelos arenosos como arcillosos.

Y en el jardín:

Se puede ubicar aislado o en grupos en el interior de parterres. Su tolerancia a la poda le hace también idóneo como especie para formar setos y borduras, o para formar bolas u otras formas; también para su uso en medianas.

Algo curioso:

El género Eleagnus es muy usado en China, donde utilizan algunas especies para alimentar larvas de mariposas.